Hace un tiempo que a través de Jorge Bucay y un compañero de trabajo, me di cuenta de la gran utilidad de las fábulas y cuentos, ya que sirven “para dormir a los pequeños y despertar a los mayores”;  me resultan muy útiles tanto en las sesiones individuales cómo grupales.

Os voy a contar una fábula, que plantee en la última sesión de Exit-tu respecto al tema que tratábamos, y que dio mucho de sí, ya que tiene mucho jugo! al tiempo que, como siempre digo, las interpretaciones pueden ser muy variadas..

A ver que opináis…

Esta historia, va de un anciano que cuenta con 17 camellos, y que antes de morir se los deja como herencia a sus 3 hijos, con las siguientes condiciones de reparto: uno se debe de quedar con la mitad, otro con un tercio y el ultimo con un noveno.

Los hijos tras su muerte tienen conocimiento de este testamento, de este legado y se reúnen para el reparto; claro! La sorpresa es, que cuando comienzan con el mismo se dan cuenta de que ninguna de las porciones da un número exacto 17/2, 17/3,17/9… se asombran de cómo su padre ha podido hacer esto, cómo ha planteado un reparto en el que “deben de trocear” algún camello….que le ha podido llevar a esta decisión?

Comienzan las conversaciones en busca de alguna solución… pero tras 2 días no llegan a ninguna que les convenza… ante esta situación uno de los hermanos les plantea ir donde una señora muy sabia que ayuda a solucionar este tipo de problemas, y los otros acceden.

Se presentan ante la sabia señora, y le explican la situación… esta les dice que se tranquilicen, que no tiene solución para ese reparto, pero si tiene un camello que les regala con gusto , al tiempo que sonría con gran complicidad.

Los hermanos al contar ya con 18 camellos (17 de la herencia y uno regalado por la señora) , se disponen a realizar el reparto.
Así al hermano que debe de llevarse la mitad le corresponden 9 camellos (18/2) ; el que debe de llevarse la tercera parte le corresponden 6 camellos (18/3), y por último el que se queda con la novena parte se lleva 2 camellos (18/9).. perfecto!

Cual es la sorpresa cuando suman los camellos repartidos, esto es 9 + 6 + 2, y resultan 17 camellos en total!!!!

No necesitan el camello que les iba a regalar la señora y con el que por supuesto  ella no contaba!

Ja, ja… Cómo os habéis quedado?? Más allá de la solución técnica, os planteo las siguientes preguntas:

– Qué les quiere transmitir el padre con este legado, con este dilema?? Porque está claro, que sabía que las cuentas no cuadraban.

– Qué ha fallado en las conversaciones entre los hermanos?

– Que representa la sabia anciana?

– Qué representa ese camello inexistente, que hace cuadrar las cuentas?

Espero, os ayude a “despertar”! y quien sabe, tal vez, incluya más entradas con fábulas….